miércoles, 10 de octubre de 2012

¿Qué le contarás a tu hijo dentro de 15 años?

El mundo está "patas arriba", los países están super-endeudados, existe pobreza máxima en los países del Sur mientras aumenta incesantemente en los países del Norte, la contaminación y nuestras decisiones destruyen nuestro medioambiente, la democracia no protege a los ciudadanos necesitados pero favorece a los grandes grupos empresariales, algunos no tienen hogar ni alimentos y el uno por ciento restante posee absolutamente todo lo que necesita tener el resto para vivir.

El mundo y sus habitantes están hipotecados, endeudados y se tardarán muchísimos años en solventarlo. Lo más probable es que la próxima generación, la de nuestros hijos, sean los que acaben de pagar la fiesta de nuestra generación.
La lista de problemas actuales en el mundo es interminable y podríamos seguir enumerándolos durante horas pero resumiendo...

La realidad es que el sistema y la sociedad actual no acaba de funcionar tan bien como nos han querido convencer.

Y yo me pregunto:
¿Qué le diré a mi hijo dentro de unos años cuando tenga conocimiento de causa y me haga ciertas preguntas?

Veamos las preguntas que un niño de dos o tres años nos puede plantear cuando tenga de quince a dieciocho años:
  • Papá, ¿Por qué tengo que pagar yo las deudas de mi familia y de mi país de hace 15 años si yo era tano solo un niño cuando alguien pidió prestado ese dinero?
  • Papá, ¿Por qué hay tanta gente buscando comida entre la basura?
  • Papá, ¿Por qué en Africa hay quien vive en casas de arbustos y barro mientras hay mansiones enormes ajardinadas y con piscina?
  • Papá, ¿Por qué algunos van en bicicleta y otros van en Ferraris de última gama?
  • Papá, ¿Por qué algunos niños no tienen papel ni lápiz en la escuela y otros van con tablets al colegio?
  • Papá, ¿Por qué se han extinguido tantas especies vegetales y animales?
  • Papá, ¿Por qué cuesta tanto respirar este aire?
  • Papá, ¿Por qué pagamos tanto por el agua si es lo más necesario en el mundo?
  • Papá, ¿Por qué el desierto ha avanzado tanto en las últimas décadas?
  • Papá, ¿Por qué pagamos por todo y nos falta dinero para comer?
  • Etc...
Pero las preguntas que más temo de todas son las tres siguientes:

¿Y esto no lo veíais venir los de tu generación?
Si lo veíais venir, ¿Qué hiciste tú, papaíto, para evitarlo?
¿Por qué me has dejado este mundo tan difícil para vivir?

Puede que mi respuesta dentro de unos años sea:

"sí, yo lo ví venir, lo hablé con muchas personas y hasta escribí unas lineas en un blog...". 
Será poca cosa pero ¿Y tú que le dirás a tu hijo? En más de un caso la respuesta será: "Hijo mío, trabajo tuve con sobrevivir y darte de comer como para preocuparme en cambiar el mundo."

Aunque espero equivocarme y que las preguntas que nos hagan nuestros hijos en un futuro sean otras mucho más positivas, de verdad lo espero y deseo.

Sinceramente, estoy muy preocupado por mi futuro y sobretodo por el de mi hijo, pero a la vez veo cierto optimismo en todo esto. Pienso que la crisis mundial está abriendo muchos ojos de personas adormecidas que están despertando en su propia conciencia. Aunque creo que el proceso será lento, necesito ver optimismo de cara al futuro. Deseo que se cumpla el dicho popular de "no hay mal que por bien no venga" que decía mi abuela.

Hoy en día la gente se cuestiona cosas que hace solo unos años no se había planteado nunca ya que, simplemente, nos dejábamos llevar por el consumismo, los medios y las tendencias existentes.
Pero esta situación de conformismo se está acabando. La gente del mundo está despertando y ve los problemas actuales con un mayor sentimiento, más emoción y mucha más intensidad. Y esto es bueno porqué pronto favorecerá que se tomen pequeñas decisiones para que el mundo vaya a mejor.
Ahora, empezamos a ser conscientes de que hay que cambiar muchas cosas en la sociedad actual para conseguir un mundo mejor, más seguro, más limpio, más justo, más sano y sobretodo más "humano".

De todos modos, los cambios positivos que necesitamos deben ser graduales, firmes, pacíficos y democráticos para que tengan los efectos positivos que todos deseamos y para que éstos sean duraderos por generaciones pero se debe empezar ya, sin demora.

Bueno, este artículo es un punto de vista de un ciudadano del mundo y no quiero que os limitéis a decir "tiene razón" o "no tiene razón". En lugar de ello, me gustaría que penseis vosotros mismos como es la situación actual del mundo, hacia dónde nos dirigimos en el futuro y compararlo con lo que os gustaría que fuese vuestro futuro y sobretodo el de vuestros hijos. A partir de ahí, actuar en consecuencia recordando sobretodo que los pequeños pasos escalan grandes montañas y que la violencia jamás justifica ninguna buena causa, por ello todas las futuras acciones individuales y colectivas deben ser pacíficas y llenas de buenas intenciones.
   

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